De repente llegó la lluvia, en mitad de una sequía que se prolongaba durante meses, y a todos nos sorprendieron días con chubascos intensos que cambian por completo las condiciones que nos encontramos a la hora de desplazarnos con cualquier vehículo.

Por experiencia todos sabemos que conducir con lluvia requiere de nosotros mayor cuidado y atención. Así que para concretar y refrescar la memoria vamos a mencionar los principales consejos para ponerlos en práctica durante los días de lluvia:

  • Cuando comienza a llover y todavía las carreteras no se han limpiado, podemos encontrar zonas más resbaladizas. Por lo tanto, tras días de sequía tenga especial cuidado cuando empiezan a caer las primeras gotas.
  • Conduzca con más prudencia, procurando reducir la velocidad, evitando frenadas bruscas. Si llega un momento en el que puede adelantar a otro vehículo, si no es totalmente necesario, déjelo para otra ocasión, así evitará rápidos incrementos de velocidad o cambios bruscos de sentido.
  • No olvide que si lleva la furgoneta muy cargada, una buen colocación y sujeción de la carga es fundamental, tanto para la buena estabilidad del vehículo como para que no sufra daños esa carga. Por esta razón cuando está lloviendo es mejor reducir velocidad e incrementar la prudencia.
  • Otra medida interesante para incrementar nuestra seguridad, y la de los otros vehículos, es que incrementemos la distancia que nos separa de ellos. No olvidemos que nuestra seguridad también depende de los demás, así que ante reacciones inesperadas es mejor que la distancia sea mayor a la habitual.
  • Regule adecuadamente la intensidad de funcionamiento del limpiaparabrisas y utilice el sistema interno disponible para que no se acumule el vaho en los cristales. Para poder reaccionar, lo primero que necesitamos es ver correctamente lo que sucede fuera.
  • Al igual que hacen los ciclistas, pero con otra finalidad, vamos a seguir a quien tengamos por delante pues sus neumáticos van a expulsar hacia el exterior el agua de lluvia, dejando la carretera más limpia.
  • Cuando llueve intensamente y se acumula mucha agua, podemos encontrarnos con algún lugar en el que el neumático no puede eliminarla y queda la furgoneta como si estuviese flotando. A esto se le conoce como aquaplaning. En esa situación conservemos la calma, no hay que frenar tan solo hay que reducir la velocidad, y no hay que dar volantazos sino que hay que intentar conservar la trayectoria.
  • Del mismo modo en cualquier situación en la que se pueda prever una frenada, vamos a comenzar a reducir la velocidad, para evitar las frenadas bruscas.

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