Cuando se alquila una furgoneta de carga, o industrial, es frecuente que se esté obligado a cumplir con un horario más allá de los deseos de quien tiene que conducir. Esto quiere decir que si llueve, va a tener que conducir, si nieva, va a tener que conducir, y si hay placas de hielo en la carretera, del mismo modo tendrá que conducir.

Por lo tanto, cuando la furgoneta se ha alquilado para realizar algún trabajo, ya sea para una mudanza, para un servicio de entregas o para el traslado de trabajadores y material en una obra, no queda más remedio que adaptarse a las circunstancias procurando extremar la atención. A continuación le vamos a dar algunos consejos que seguramente ya los tendrá presentes, pero nunca está de más refrescar la memoria.

Conducción suave: es aconsejable evitar las maniobras bruscas y los cambios de dirección repentinos. Tiene que darle más tiempo a la furgoneta para que se complete el frenado, pues se puede encontrar con condiciones desfavorables como la lluvia o el hielo.

Distancia con otros vehículos: relacionado con el punto anterior siempre es deseable que en condiciones ambientales poco favorables se incremente la distancia de seguridad con los demás vehículos.

Incremente su atención: esto quiere decir que tiene que evitar todo lo que pueda distraerle como el teléfono móvil y debería de descansar cuando sienta agotamiento o sueño. Sus reacciones en la conducción durante el invierno deberían de ser más rápidas.

Buena visibilidad: elimine cualquier resto de nevada o de hielo en los cristales, pues resulta fundamental tener una buena visibilidad a la hora de conducir.

Sea previsor: consulte antes de iniciar su ruta cuáles van a ser las condiciones meteorológicas y las advertencias de peligro en las carreteras.

Carga equilibrada: procure situar la carga en la furgoneta de manera uniforme prestando especial atención a la sujeción de cualquier elemento que pueda desplazarse, ya sea por el daño que pueda causarse como por la sorpresa durante la conducción.

Desde ifurgo le aconsejamos que en condiciones invernales claramente desfavorables adopte el tipo de conducción defensiva, disminuyendo la velocidad, incrementando la distancia con otros vehículos y siendo previsor al conocer por adelantado con la climatología a la que se tendrá que enfrentar.